12 enero 2013

Un año de libros (2012)

Estos son los libros nuevos (sin contar relecturas) que leí este año, un año complicado en el que fue difícil concentrarse en objetivos meramente intelectuales:
  • Reflexiones sobre la posmodernidadFredric Jameson entrevistado por David Sánchez Usanos. La ventaja de la entrevista como género literario es la fácil asimilación que la conversación permite de ciertos conceptos complejos. La desventaja, claro, es la superficialidad con la que se retratan demasiados asuntos que se dejan tan sólo esbozados, sin coger cuerpo, sin terminar de cuajar. Con un prólogo de Sánchez Usanos de gran valor divulgativo para entender por dónde respiran las teorías sobre el posmodernismo (y sobre la necesidad de la filosofía de abandonar  bibliotecas y reflexionar sobre el mundo en el que se desarrolla) estamos ante un librito al que se le saca mucho jugo y abre muchas puertas para conocer el pensamiento de Jameson.
  • Te puede pasar a ti: la sanidad pública beneficia a todos - Albert Jovell. Pequeño ensayo en el que el autor habla, desde su conocimiento y experiencia en el campo de la gestión médica, de la necesidad y la justicia que supone una sanidad pública que, además, sirve para vertebrar nuestra sociedad. Apela al contrato social como fundamento ético de este sanidad, un contrato cimentado en la teoría de la justicia de Rawls. Destaca el riesgo que supone que las clases adineradas abandonen el barco de la sanidad pública y que ésta termine siendo una especie de beneficencia para los más pobres. Esto es algo que, según él, conllevaría el peligroso efecto secundario de paralizar la investigación médica en nuestro país ya que, sin fondos públicos, quedaría a merced del beneficio inmediato, centrada en las enfermedades más comunes y de las que mayor rendimiento económico se pudiera extraer.
  • Viajar perdiendo el sur: crítica del turismo de masas en la globalización - Rodrigo Fernández Miranda. Ensayo que analiza en profundidad las raíces, los mecanismos y las consecuencias del turismo de masas en la globalización. Profuso y contundente en cuanto a las cifras y los reales beneficiarios de dicho turismo, hubiera sido de agradecer una mayor argumentación sobre las raíces psicológicas de la sociedad de consumo que posibilitan su explosión, su necesidad y su rol como constructor de experiencias, algo que tan sólo es mencionado sin demasiada profundidad. Aún así es un libro de enorme utilidad para desmontar falacias economicistas y atacar mitos pijoprogres sobre cierto turismo introspectivo, especializado e individualizado al que el autor considera (salvo excepciones) un modelo de viaje perfectamente asimilado dentro de la estructura comercial creada por los grandes poderes económicos que controlan el turismo internacional.
  • Cleptopía - Matt Taibbi. Ensayo visceral, sin por ello dejar de estar documentado, de un periodista norteamericano que destapa sin ambages (como ya escribí) el funcionamiento del modelo capitalista real (no el utópico), su dependencia política, las burbujas que genera y las consecuencias que provoca, al tiempo que se describe el desolador panorama de una opinión pública idiotizada que se complace en revolcarse en el fango de su miseria intelectual, culpabilizando de manera simplista e infantiloide (por los motivos equivocados, previamente manipulados) a los responsables políticos de la trinchera contraria. Excelente y muy recomendable, tal vez lo mejor en ensayo que leí este año.
  • Jinetes en el cielo - Eduardo Torres Dulce. Pasear de nuevo por los paisajes físicos y emocionales de Monument Valley de la mano de uno de los grandes aficionados al western en general y a John Ford en particular de este país es una auténtica delicia. Lectura pausada, reparadora, cercana y familiar para homenajear la trilogía de la caballería de uno de los mejores directores de la historia del cine. Para aficionados sin complejos.
  • La sociedad desescolarizada - Ivan Illich. Escrito a principios de los años setenta del siglo pasado estamos ante un clásico de la literatura antipedagógica sobre educación desde posiciones anarquistas. Sus ideas sobre la necesidad de desescolarización (no sólo de la escuela sino dentro de todos los campos sociales, incluido el de la medicina institucionalizada) y la de aprender en entornos abiertos, sin acreditaciones, sólo desde el interés, la reciprocidad y la necesidad de compartir, resultan visionarias vistas desde la perspectiva actual debido a las posibilidades que la red ofrece para estos desarrollos cooperativos. Su crítica totalitaria puede hacer que el lector sólo se quede con un planteamiento radical que casi puede considerarse conservador (por su utopismo antidesarrollista) pero sus propuestas pragmáticas están en vigor más que nunca y se puede seguir la pista de su influencia en muchas de las pedagogías más vanguardistas. Lo cuál no deja de ser paradójico. 
  • Conflicto y reforma en la educación (1986-2012) - José Ramón Rodríguez Prada. Ensayo educativo de enorme utilidad para aquellos que quieran comprender algunas de las causas del continuo malestar docente y de las convulsiones que asolan a la educación española desde la llegada de la democracia a nuestro país. Gran parte del mismo es un relato de las causas y las consecuencias de las protestas estudiantiles y del profesorado que tuvieron lugar en los años 80 y que tanta huella dejaron en el inconsciente colectivo de los docentes. Asimismo, critica sin matices la respuesta política a esas revueltas que significó la LOGSE, analizando su fracaso sin paliativos. Interesante.
  • Esto tiene arreglo - Alberto Garzón. Didáctico y ameno ensayo con el que Garzón se estrena en solitario en la ardua y necesaria tarea de explicar con sencillez y de manera clara algunas de las realidades económicas que sostienen el chiringuito financiero español e internacional. No descubre nada nuevo y las soluciones que aporta son más bien vagas e imprecisas (por la dificultad de su desarrollo en el contexto económico internacional en el que nos movemos). Pero uno se congratula por la aparición de este joven y preparado político que, desde las filas de IU, infunde cierto ánimo y confianza en que la política se regenere y se ponga por fin al servicio del ciudadano.
  • El incal - Jodorowski y Moebius. Novela gráfica de culto a la que me acerqué con las mejores expectativas. Tras un arranque espectacular y con los dibujos de un Moebius inspirado y volcado en la historia, el cómic deriva hacia un galimatías esotérico, campos astrales, autoconocimiento y demás chorradas tan propias del pensamiento mágico (tan propias de Jodorowski, por otro lado) convirtiéndose en un plato de lo más indigesto que me costó horrores terminar. Un coñazo infinito.
  • Fotografía sin verdad, el poder de la mentira - Diego Caballo y Daniel Caballo. Un atractivo e interesante ensayo que se adentra de la mano de dos experimentados periodistas (padre e hijo) en el poder la imagen para construir verdades y manipular opiniones. De manera aguda y con múltiples ejemplos visuales extraídos de la prensa diaria (aunque sin una gran reflexión teórica que hubiera sin duda enriquecido el texto), van desgranando las diferentes maneras con las que se miente a través de la imagen, separando los casos más sangrantes de aquellos que pueden al menos tener una explicación. Un feliz hallazgo casual en una cafetería-librería que pone de manifiesto como a veces los mejores ensayos de divulgación política o social quedan ocultos por una distribución limitada y residual.
  • Europa al borde del abismo - Economistas aterrados. Este grupo de economistas de corte izquierdista continúa con su impagable misión didáctica encaminada a desvelar las debilidades y contradicciones en las que está envuelta la Europa más débil de los últimos treinta años. Exponen con datos el contubernio construido por la casta política y los grandes poderes financieros para defender a los grandes bancos y los grandes capitales de los efectos de la crisis a través de todas las herramientas represivas con las que cuentan los Estados y cómo se ha conseguido descargar sus responsabilidades en unos ciudadanos indefensos. Sus análisis son rigurosos, sin ceder a la tentación de la descalificación o la crítica abusiva y abren una puerta a los lectores para conocer los entresijos de la política económica europea, ésa que nos está llevando al borde de abismo social. Una lectura necesaria y aterradora.
  • La educación en peligro - Inger Enkvist. El último ensayo publicado en España por esta prestigiosa especialista sueca en educación no hace más que poner de manifiesto lo complicado que resulta encontrar soluciones mágicas a los problemas educativos y la imposibilidad real de evaluar objetivamente los diferentes modelos educativos existentes sin que todo quede contaminado por la ideología y las ideas previas que cada uno tiene sobre el papel de la educación reglada en la sociedad, así como los objetivos que debe intentar alcanzar. La crítica a las pedagogías modernas centradas en el niño están argumentadas poderosamente así como la necesidad de recuperar equilibrios perdidos frente a un excesivo protagonismo del niño en la toma de decisiones y de asunción de responsabilidades respecto a su aprendizaje. Las soluciones que aporta, por el contrario, son vulgares, manidas fórmulas pretendidamente objetivas habituales desde posturas conservadoras, centradas fundamentalmente en un mayor número de evaluaciones, un refuerzo de la autoridad del profesor y la posibilidad de itinerarios diferentes para los alumnos desde edades tempranas (la autora no parece darse cuenta de la contradicción que supone negar que los niños puedan tener capacidad, por su corta edad, para ser los protagonistas absolutos de su aprendizaje pero sí la tengan para decidir “libremente” a los 12 años por un itinerario educativo u otro). Todo estas soluciones las firmaria con gusto nuestro ministro Wert. El análisis del problema, apoyándose en multitud de autores que reivindican la necesidad de volver a priorizar los contenidos frente a las destrezas apoyadas en el vacío, es excelente pero las soluciones planteadas son pobres, escasas y manidas.
  • Acceso no autorizado - Belén Gopegui. La novela se me caía tristemente de las manos a medida que avanzaba en su lectura. Aún siendo un apasionado de la literatura de Gopegui, la verdad es que sus dos últimas novelas han sido un chasco y ésta, en particular, no encontré por donde cogerla. La dificultad que, en general, suele tener Gopegui para construir personajes y diálogos, no es compensada en esta ocasión con su agudo, reflexivo y lúcido análisis de la sociedad contemporánea en general y del ser humano en particular. Una pena.
  • Godard - Colin McCabe. El personaje de Godard es demasiado complejo y su obra demasiado vasta como para que un ensayo típico sobre su cine y su vida pueda hacer justicia a la importancia y a las claves de su obra. A pesar de ello este libro sirve como acercamiento teórico inicial para el que haya visto un número importante de películas del director francés y resulta útil para hacerse una primera idea de la heterogeneidad de su filmografía. Recomendable.
  • Fabulosas narraciones por historias - Antonio Orejudo. Espectacular, hilarante, sorprendente, desmitificadora y compleja novela que se introduce en la residencia de estudiantes más famosa de nuestra historia para contarnos las andanzas de tres jóvenes por el Madrid de los años 20 del siglo pasado. Indispensable, una de las mejores novelas españolas que he leído en años.
  • El sociólogo y el historiador - Pierre Bourdieu entrevistado por Roger Chartier. Un Bourdieu en plena forma, es entrevistado en la radio por el historiador Chartier a finales de los años 80. Este libro recoge su diálogo y revela la fortaleza intelectual de Bourdieu, que se atreve a criticar con acierto la comodidad de las atalayas desde las que trabajan otras ramas del conocimiento como la historia, la ciencia y la filosofía, al tiempo que defiende con fiereza el papel relevante de la sociología a la hora de comprender la sociedad en la que vivimos. Instructiva lectura.
  • Sobre la televisión - Pierre Bourdieu. Ensayo de referencia donde el autor explora el medio televisivo, sus características, sus esclavitudes, sus limitaciones y su poder de influencia. Niega el análisis primario de que la manipulación dependa de la propiedad de los medios, reniega también de la teoría de la conspiración respecto a la manipulación que efectivamente provoca el medio e introduce nuevos, provocadores y apasionantes elementos de análisis centrados en la autocensura, en la necesidad de epatar para mantener las audiencias, en una competencia que provoca uniformidad y en una capacidad de manipulación que transforma a la realidad, que termina adaptándose a las necesidades del medio para trascender. Revelador.
  • Odio a los indiferentes - Antonio Gramsci. Una recopilación de artículos e intervenciones del filósofo italiano entre las que destaca sobremanera su alegato contra los indiferentes (que da nombre al libro). Siguiendo la senda que abriera Éttiene de la Boéite con su “Discurso de la servidumbre voluntaria” un joven Gramsci arremete en apenas tres páginas contra los indiferentes, contra aquellos que no toman partido y todo lo critican a posteriori, mientras sufren entre quejas sin jamás hacer nada por ayudar a cambiar aquello que les produce su sufrimiento. Espléndido.
  • Ventajas de viajar en tren - Antonio Orejudo. Convertido en fan inmediato de Orejudo desde la anterior lectura comentada (Fabulosas narraciones por historias) me arrojé ansioso sobre otra de sus novelas. No pude dejar de sentir cierta decepción. Se trata de una novela corta (demasiado corta) con situaciones y personajes por momentos descacharrantes junto a otros momentos en los que se muestran en exceso las costuras de la historia y la falta de una estructura sólida. Y, además, de pronto se acaba. Me quedé con ganas de más…
  • Un momento de descanso - Antonio Orejudo… De manera que me agencié otra novela de Orejudo. En este caso se centra en el ambiente universitario y editorial y dispara contra todo lo que se mueve. Desenmascara con humor (a veces surrealista) esas actitudes y endogamias patrias  instaladas a fuego en ese mundo académico e intelectual en el que las puñaladas vuelan entre sonrisas y copas de presentación. Divertida y con algunos personajes estupendos (esa editora de novela posmoderna no tiene precio) es una novela muy recomendable.
  • La buena letra - Rafael Chirbes. Novela corta en la que un Chirbes introspectivo le da su voz a una anciana que narra a sus indolentes hijos (de la democracia) las miserias y penurias que ella y su familia tuvieron que pasar a lo largo de la historia negra de la España de la guerra y la posguerra. Pobreza, dolor, traiciones y miedo salpicados por breves instantes de alegría que rápidamente eran de nuevo eclipsados por una dura realidad que sólo los que la vivieron pueden realmente comprender. Excelente.
  • El posmodernismo revisado - Fredric Jameson. Casi treinta años después de la obra sobre el posmodernismo que lo pusiera en la palestra, Jameson reflexiona sobre el desgaste de la etiqueta posmoderna, las acusaciones sobre su frivolidad y su carácter de artefacto meramente decorativo, defendiendo que su definición sobre la posmodernidad abarca mucho más que una lógica de producción cultural, sino que define a un modo del capitalismo, el capitalismo tardío, de rabiosa actualidad. La lectura de la transcripción de la conferencia que el filósofo diera en Madrid en 2010 es sugestiva, abre puertas, provoca diálogo interior, pone en conflicto estructuras mentales preestablecidas. Defiende la prevalencia de lo espacial sobre lo temporal (el tiempo, según él, es un presente continuo), el consumismo como elemento distintivo de las sociedades modernas, el fin de las utopías, cierto desvalimiento posmoderno que nos hace más vulnerables, la despersonalización del arte, la volatilización de la obra artística que es sustituida por la idea, con más importancia que su propia fisicidad. Inteligente, radical y subversivo. Un Jameson en plena forma que no ofrece soluciones sino que abre nuevos interrogantes.
  • El despertar de la historia - Alain Badiou. Breve ensayo que indaga en el significado real de las revoluciones sociales (especialmente las árabes) que han tenido lugar en los últimos tiempos. Repasa teóricamente las características de las posibles revueltas (latente, nihilista…) para concluir defendiendo la provocadora tesis de que las revueltas en el mundo árabe no estaban en absoluto sustentadas por las ansias de la ciudadanía de una democracia a lo occidental, sino que se trataron de revueltas populares con las que el pueblo trató de instituirse como sujeto político superando modelos democráticos extranjeros, incluso negándose a ellos. Badiou considera a las democracias occidentales como el sustrato necesario del capitalismo voraz actual, que para él no es ninguna evolución (niega ese nuevo capitalismo inmaterial que defiende Toni Negri, entre otros) sino que estamos ante la encarnación perfecta de los principios del capitalismo clásico contra el que escribiera Marx. Curioso, provocador y sorprendente.
  • David Lynch - Michael Chion. Ensayo de gran profundidad sobre el cine de Lynch, muy al estilo francés. Centrado fundamentalmente en los inicios y la primera etapa de la filmografía del director no sólo contiene valiosos estudios sobre cada una de sus películas, algo que enriquece su visionado y su recuerdo, sino que se atreve con una especie de diccionario lynchiano (Lynch-kit) donde a través de objetos, acciones y situaciones que se repiten con variantes en el universo creativo de uno de los mejores directores de cine de los últimos treinta años, indaga en sus obsesiones creativas.
  • Qué hacemos con  la educación - Agustín Moreno (coord.), Enrique J. Díez, José Luis Pazos, Miguel Recio. La crisis está haciendo que una parte de la ciudadanía despierte y empiece a usar sus habilidades y conocimientos para enseñar y mostrar a sus conciudadanos que hay otras formas posibles de organizar la vida social y económica del país. En este caso, aunque de manera bienintencionada, este breve ensayo ofrece de una visión más bien trivial y continuista de la educación desde posiciones progresistas. Acierta en su ataque a la privatización de la educación y fracasa a la hora de plantear alternativas novedosas, pragmáticas y realistas al problema educativo. La izquierda necesita quitarse ropajes que aunque intentan seguir pasando por modernos comienzan a estar trasnochados y reenfocar su proyecto a través de una perspectiva liberadora de la educación, sin caer en el buenismo y en la defensa idiota de una educación sin contenidos, que en la teoría reniega de la necesidad del esfuerzo y se solaza estúpidamente con destrezas hueras, una pedagogía construida artificiosamente por teóricos sin práctica que no tienen en cuenta el contexto social en el que se desarrollan los procesos de aprendizaje y cuyas propuestas llevan fracasando desde hace años. Este fracaso, para el que siempre encuentran una justificación externa, constituye un refuerzo de los discursos conservadores que ven la educación como un espacio de formación para el trabajo, de instrucción y de preparación para la competitividad laboral. Defender una formación seria de los jóvenes, centrada en contenidos y experiencias que se entrelazan y cobran sentido con el paso de los cursos es la única defensa de la sociedad frente al poder.

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